Pues si, ha llegado el momento en que decidas que tú también tienes derecho a disfrutar de la vida.
El tener un negocio no tiene que comportar dolores de cabeza interminables, noches sin dormir, en fin, preocupaciones de todo tipo que al final derivan en pensamientos absolutamente negativos.
Tendemos a complicarnos la vida, cuando las cosas son más fáciles de lo que parecen. A afrontar problemas por falta de prevención.
Así que ¿por qué no me dejas que te ayude? si necesitas mi ayuda claro. ¿O eres de los que dicen aquello de que "nosotros siempre lo hemos hecho así" ?
Una reflexión de alguien en un momento puntual, como hice con un cliente hace poco, derivó en dos decisiones claves para que la empresa pudiera seguir operando y mi cliente se relajara y se quitara el dolor de cabeza. Misión cumplida !
Llevo más de 20 años ayudando a empresas a alcanzar sus objetivos y a superar sus desafíos y dificultades. Unas veces contratado y otras como consultor externo, pero al final, el resultado no ha ido mal del todo.
La clave está en mi trato absolutamente personalizado. En mi involucración con la empresa como si fuese mía. Trabajando estrechamente con cada colaborador y de la manera más fácil y sencilla posible. No me gustan los análisis técnicos que solamente comprenden unos pocos, si es que los comprenden. Huyo de conceptos estandarizados porque cada empresa es un mundo diferente y aunque me encuentre a veces con la frase del "siempre lo hemos hecho así", trato de añadirle el "pero vamos a mejorarlo sin dejar de hacerlo como siempre lo hemos hecho".
La tecnología está ahí para que la explotemos, para que la utilicemos pero nunca tenemos que olvidarnos de la comunicación humana. Eso es algo que de momento y afortunadamente, todavía no lo puede suplir ninguna tecnología. No concibo una consultoría sin presencia en terreno. He realizado consultorías en países latinoamericanos y por más que agendemos reuniones virtuales, nos intercambiemos llamadas y correos, la presencia en terreno ha sido obligada para entender de primera mano todos y cada uno de los procesos que yo tendría que intentar mejorar, implementar, eliminar, etc....
Así que, contratarme a mí, significa disponer de una persona externa pero implicada en la empresa siempre dispuesta a dar lo mejor de si misma, sin manías, sin excusas, sin complicaciones.
Incluso si estás buscando personal, voy a poder solucionarte el problema de una manera ágil y económica.
Mi consultoría es una consultoría 360º basada en mis experiencias personales que me han curtido lo suficiente para poder controlar los tiempos sin nervios que provoquen decisiones erróneas.
Estoy a tu disposición en www.francescbatlle.com