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francescbatgi

CAMBIA EL RUMBO PERO NO LO HAGAS SOL@


En la era digital en la que nos encontramos, a veces se echa de menos el poder hablar cara a cara con alguien que te entienda, que te comprenda y que pueda ayudarte a tomar decisiones complicadas.


En mi consultoría, utilizo todas las herramientas digitales que tenga a mi alcance pero no voy a olvidarme lo más mínimo del trato humano, el personal, el de confianza y del placer que significa intercambiar opiniones entre seres humanos. Algo que las máquinas, al menos de momento, no van a poder sustituir.


Veo a veces, gurús que intentan monetizar sus negocios diciendo que son unos cracks y que su sistema 100% digital es el mejor y bla bla bla. Al final, nada de nada.


Cuando uno tiene que virar el rumbo y apuntarse a una nueva aventura, mejor hacerlo acompañado que sin nadie a su lado que le apoye y que comparta sus emociones.


Y siguiendo el símil marinero, os diré que cuando una empresa atraviesa dificultades, puede sentirse como si estuviera navegando en un mar tormentoso, en el que las olas amenazan con hacer zozobrar la nave. En momentos así, es importante mantener la calma y la confianza en la tripulación, pero también es necesario tener una estrategia clara para cambiar el rumbo y llevar el barco a aguas más tranquilas.

Al igual que un capitán experimentado, un líder empresarial debe ser capaz de evaluar la situación actual y determinar la dirección que la empresa debe tomar. Esto puede significar ajustar el rumbo, cambiar la velocidad o incluso virar completamente hacia un nuevo destino. Para lograrlo, es fundamental tener una visión clara de los objetivos y metas de la empresa, y contar con un equipo comprometido y motivado.

Uno de los primeros pasos para cambiar el rumbo en una empresa en dificultades es analizar los factores que han llevado a la situación actual. Al igual que un navegante debe estar al tanto de los patrones climáticos y las corrientes marinas, un líder empresarial debe comprender los factores económicos, de mercado y de la industria que afectan a la empresa. Solo entonces podrá tomar decisiones informadas y efectivas para enderezar el rumbo.

Otro aspecto importante es la capacidad de adaptarse a los cambios. Al igual que un barco debe ser capaz de navegar en distintas condiciones climáticas, una empresa debe ser capaz de adaptarse a los cambios en el mercado y en la industria. Esto puede requerir un cambio en los productos o servicios que ofrece, una expansión a nuevos mercados o una reestructuración de la organización interna.

Pero claro, al final del camino, llegamos a puerto y tan importante es navegar por aguas tranquilas que llegar a puerto en perfectas condiciones. Aquí es dónde entro yo, como el práctico que pertenece al puerto y que sube al barco para supervisar las últimas maniobras.

Naveguemos juntos entonces y aprendamos de nuestras experiencias para mantener la nave siempre a flote.

Y tú, te apuntas a la aventura ?


www.francescbatlle.com

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